Los aventureros se lanzan a la desesperada contra los sectarios y el crĆ”neo flotante. La lucha es encarnizada. Desgraciadamente no parece haber nada que pueda daƱar al crĆ”neo que cada vez tiene mas el aspecto de su compaƱero enfermo. Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas asĆ que el asesino decide probar suerte asesinando al enfermo Dorrick para ver si asĆ se detiene la transformaciĆ³n. Una vez Dorrick ha muerto el crĆ”neo desaparece y logran acabar con sus acĆ³litos.
El Ćŗnico rastro del crĆ”neo es una pequeƱa gema verde. Una filactelia segĆŗn comentan los clĆ©rigos. Imposible de destruir sin conocer el verdadero nombre del nigromante. Considerablemente daƱados deciden tomarse un descanso para seguir investigando el templo mas tarde y asĆ poder encontrar el nombre del nigromante causante de todo.
Lamentablemente durante el descanso el alma del nigromante contenida en la filactelia va susurrando palabras emponzoƱadas en la mente del asesino, su portador. Cuando estĆ”n dispuestos a seguir con la marcha el asesino acaba con uno de sus compaƱeros a sangre frĆa. Consiguen reducirlo y arrebatarle la filactelia, pero el daƱo ya esta hecho. Dejando la filactelia oculta en una celda siguen explorando el templo. descubren para su asombro que todo a su paso ha sido recogido. No hay seƱal de los numerosos combates que han librado en el templo. Casi como si lo hubieran preparado para recibir a nuevos exploradores. Tras un par de puertas secretas descubren a un gnomo preso, vĆctima del mismo engaƱo que los aventureros y una sala llenas de nombres escritos en columnas por una extraƱa criatura encapuchada. El escritor protegido por una sombra asesina logra huir. Cada vez entienden menos para que se los ha atraĆdo al templo. Una rĆ”pida inspecciĆ³n de los nombres en las columnas les hace descubrir los suyos propios. El ultimo nombre escrito es el de Dorrick, ahora tachado y el anterior el de Rufus, pero ¿Que hacen sus nombres en las columnas? Mientras estĆ”n haciĆ©ndose estas preguntas el zombie de su compaƱero asesinado se acerca con un pequeƱo fajo de papeles atado al pecho. SegĆŗn parece el nigromante quiere parlamentar...
El Ćŗnico rastro del crĆ”neo es una pequeƱa gema verde. Una filactelia segĆŗn comentan los clĆ©rigos. Imposible de destruir sin conocer el verdadero nombre del nigromante. Considerablemente daƱados deciden tomarse un descanso para seguir investigando el templo mas tarde y asĆ poder encontrar el nombre del nigromante causante de todo.
Lamentablemente durante el descanso el alma del nigromante contenida en la filactelia va susurrando palabras emponzoƱadas en la mente del asesino, su portador. Cuando estĆ”n dispuestos a seguir con la marcha el asesino acaba con uno de sus compaƱeros a sangre frĆa. Consiguen reducirlo y arrebatarle la filactelia, pero el daƱo ya esta hecho. Dejando la filactelia oculta en una celda siguen explorando el templo. descubren para su asombro que todo a su paso ha sido recogido. No hay seƱal de los numerosos combates que han librado en el templo. Casi como si lo hubieran preparado para recibir a nuevos exploradores. Tras un par de puertas secretas descubren a un gnomo preso, vĆctima del mismo engaƱo que los aventureros y una sala llenas de nombres escritos en columnas por una extraƱa criatura encapuchada. El escritor protegido por una sombra asesina logra huir. Cada vez entienden menos para que se los ha atraĆdo al templo. Una rĆ”pida inspecciĆ³n de los nombres en las columnas les hace descubrir los suyos propios. El ultimo nombre escrito es el de Dorrick, ahora tachado y el anterior el de Rufus, pero ¿Que hacen sus nombres en las columnas? Mientras estĆ”n haciĆ©ndose estas preguntas el zombie de su compaƱero asesinado se acerca con un pequeƱo fajo de papeles atado al pecho. SegĆŗn parece el nigromante quiere parlamentar...
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